Este sendero es parte del antiguo camino de Castilla que fue muy transitado durante años: los Foramontanos, gentes que partieron en el siglo IX a repoblar Castilla, comerciantes, peregrinos e incluso el rey Carlos I, años más tarde coronado como Carlos V, pisaron estas tierras.
Tras pasar el barrio de Abajo en Correpoco, encontramos a la derecha del camino un lavadero y la fuente del Cristo, así conocida por ser parte de un antiguo crucero. Aquí podemos dejar el coche y tomarlo como nuestro punto de partida. Subimos un poco y a la izquierda del camino tenemos un sendero donde nos señala el camino hacia Llendemozó.
A poca distancia, nos encontramos un humilladero del siglo XVIII, situados siempre junto a los caminos para dar cobijo al cuerpo y al alma de los viajeros.
Continuamos a media ladera, entre prados y un bosque de robles y castaños, rodeando el Pico del Cueto (836 metros) que quedará a nuestra derecha. Puede el caminante desviarse hacia la cumbre de dicho pico para obtener una vista general del valle pero para ello, ha de salvar un desnivel de 400 metros y atravesar algún cierre de uso ganadero, que debemos dejar en el mismo estado que lo encontramos.
Al salir de la zona boscosa, tenemos una panorámica del valle del Saja, que precede a la llegada al poblado de Llendemozó
Hasta 1896, todo el que iba hacia Castilla debía pasar por este punto, pero es en este año cuando se abre la actual carretera del puerto de Palombera (CA-280) y el pueblo se va despoblando hasta quedar abandonado en los años 60 del siglo XX.
Hoy en día se ha rehabilitado alguna casa y la ermita de San Antonio, que recomendamos acercarse hasta ella.
El regreso se hará por el mismo camino.
Precaución en la época de caza.